miércoles, 25 de febrero de 2009

Tallo

En la mayoría de las plantas el tallo crece en sentido contrario a la raíz, o sea, partiendo del suelo hacia arriba. Conforme se va elevando, de él salen otros tallos secundarios o ramas que sujetarán las hojas, las flores y los frutos.
Los tallos tienen nudos, que son unas partes pequeñas, más duras y gruesas, de donde salen ramas y hojas. Las yemas axilares son pequeños brotes que al crecer serán hojas o ramas. La yema terminal es el brote pequeño, situado en el ápice o final del tallo y que lo hace crecer.
Por dentro, el tallo tiene tubitos o conductos que le sirven para que circulen por toda la planta las sustancias que necesita.
Si el tallo es verde, realiza también la fotosíntesis, al igual que las hojas.
Los tallos pueden ser herbáceos o leñosos. Los tallos herbáceos son delgados, flexibles y de color verde. El perejil, por ejemplo, tiene el tallo herbáceo. Los tallos leñosos son propios de los árboles y los arbustos. Son tallos gruesos y endurecidos. Algunos vegetales guardan agua o sustancias de reserva en sus tallos, como por ejemplo, los cactus.
Algunos tallos son subterráneos, o sea, crecen bajo tierra, como la cebolla, el jacinto o el tulipán.

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